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Congregación San José de Cluny
 

Para hablar de sus orígenes, tenemos que hacer una remembranza de su fundadora, la Beata Ana María Javouhey. Nació un 10 de noviembre de 1779, en la ciudad de Jallange, Côte d'Or. Cuentan que a los 17 años la Virgen le manifiesta que la voluntad de Dios es que ella funde una sociedad. Así pues, una vez consagrada a la vida religiosa, crea una fundación en Châlon-sur-Saône y dedica la capilla a San José. El 24 de junio de 1812 funda la casa y el noviciado en Cluny, de donde el Instituto toma el nombre de San José de Cluny, dedicándose al cuidado de los enfermos y a la instrucción cristiana de las niñas.

Desde el año 1822, Ana María Javouhey despliega su actividad apostólica en el continente africano, especialmente en Senegal y Sierra Leona. También viaja a la Guayana Francesa, donde se encarga de la fundación de una casa y una leprosería, y tiene una activa participación en la liberación del  primer grupo de negros esclavos (1938). Muere en París, un 15 de julio de 1851. Al morir la fundadora, el Instituto se extendía ya por los cinco continentes, además de las numerosas fundaciones realizadas en Francia.

Presencia en el Perú
 

Luego de la guerra del Pacifico, en una época en la que varias órdenes francesas y norteamericanas llegaron al Perú para fundar conventos y congregaciones, la orden de las hermanas de San José de Cluny fundó un colegio y convento en 1884. El local del colegio se ubicaba en la Avenida Del Sol (hoy Av. Wilson) y la Avenida de la Industria (hoy Av. Bolivia).

 

En cuanto al colegio de Barranco, éste se inició como un pequeño pensionado el año 1905, y en marzo de 1918 se registra oficialmente su fundación. Desde el año 2003 ha recuperado su condición de colegio co-educativo, como fue en sus orígenes. 

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